Es frecuente que en épocas de recesión económica las empresas opten por proteger sus beneficios recortando gastos que consideran prescindibles y reevaluando todas las categorías de costes que no tienen tanta prioridad, de manera que puedan mantener su ventaja competitiva. De esta forma, además de gastos superfluos como pueden ser el material de papelería, los viajes, los eventos y la formación quedan relegados a un segundo plano o incluso eliminados por completo.

Se trata de una planificación a corto plazo con un enfoque de hacer más con menos, lo cual puede resultar muy arriesgado pues puede repercutir en la amoral y actitud de los trabajadores de la plantilla. Estos, que no son ajenos a lo que va ocurriendo,  empiezan a notar la presión, ya que generalmente se les pide que  se encarguen de un mayor número de tareas, aumenten su eficacia y resistencia y, en la mayoría de los casos, sin que esto venga acompañado de un aumento del suelo o un ascenso profesional.

No obstante, la formación puede convertirse en la herramienta ideal para ayudar tanto a los empleados como a las propias empresas a capear el temporal. La cuestión es que para combatir las dificultades económicas, lo que se suele hacer  es exigir mayor eficiencia con los mismos medios. Y es que muchas empresas consideran que la formación de los empleados es un coste que pueden ahorrarse. Esto supone un gran error, ya que la formación del equipo de trabajo no debe verse como un gasto, sino como una inversión, por lo que es importante apostar por ella si queremos mejorar la rentabilidad de la empresa. Pero veamos con más detalle por qué la formación es una vía rentable para tu empresa.

#1: La Formación Aporta Valor Añadido

Proporcionar la formación adecuada a los empleados además de ser un valor añadido, incrementa el valor de los servicios que se ofrecen al cliente. Esto significa que si el personal está bien preparado, contará con mejores competencias y sabrá dar un mejor servicio al cliente en nombre de la compañía. Los clientes notan cuando un equipo está bien formado, lo cual además generará confianza hacia tu marca.

#2: La Formación crea Profesionales Independientes y más Responsables

Cuando un trabajador recibe la formación adecuada para desempeñar sus tareas, sus conocimientos le confieren un nivel de autonomía propio. Si formas a tus empleados en campos concretos, te asegurarás de tener un equipo completo y multidisciplinar que sabrá desarrollar sus funciones bajo un criterio basado en su formación.

#3: Podrás Delegar Funciones y Explorar Nuevas Áreas

Si cuentas con profesionales preparados, podrás delegar ciertas tareas y sentirán que confías en ellos. Pero además podrás aprovechar los conocimientos que han adquirido para aplicarlos en la empresa y llevar a cabo nuevos proyectos o abrir nuevas vías de negocio.

#4: Un Equipo Formado Crea una Empresa Innovadora

Si quieres que tu empresa esté siempre a la última en las tendencias del sector, es fundamental dar la formación adecuada a tus empleados para que adquieran los nuevos conocimientos que se necesitan aplicar. Recuerda que la innovación es un elemento clave dentro de una empresa si quiere estar en condiciones de competir en un contexto como el actual.

#5: La Formación Motiva a los Trabajadores y Ayuda a Retener el Talento

Tu plantilla de trabajadores debe sentirse siempre motivada para conseguir el mayor grado de productividad posible. Por eso tú, como líder, debes lograr que se impliquen. Para que se sienta realmente involucrado con tus objetivos, es importante que se sienta valorado. En este sentido, la formación es la herramienta perfecta para crear esa vinculación. Si potencias el talento de cada miembro, conseguirás un equipo más fuerte y motivado. Reduciendo además los riesgos de que acaben marchándose y te veas obligado a «perder tiempo» enseñando a realizar el trabajo a otros nuevos empleados.

Después de leer estos 5 argumentos, ¿sigues pensando que la formación es un coste o ves en ello una oportunidad para hacer crecer y rentabilizar aún más tu empresa?


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